CÓMO UN QUIROFANO “PRO” PUEDE PROMETER UN BRAD PITT Y TERMINAR ENTREGANDOTE UN FRANKENSTEIN

8 octubre 2019

C.A.B.A., Argentina, UNASUR-CELAC, EL EMILIO, de nuestra redacción

PEDRO DEL ARRABAL

Por Pedro del Arrabal

En razón de los resultados electorales que se dieron en las PASO de agosto pasado (2019), en el país se exacerbaron peligrosas convulsiones dentro de la gestión gubernamental “PRO-CAMBIEMOS” y desnudaron que la amenaza proferida por Mauri no era en vano: “Si me vuelvo loco, les puedo hacer mucho daño.” Evidentemente se volvió loco nomás y al daño lo está haciendo.

A partir de diciembre del 2015, el macrismo en gestión trato al país, a sus instituciones y a su pueblo como si estuvieran enfermos.

Comenzaron a desparramar el virus del odio para evitar tener que hacerse cargo de que fue la gestión que llevaban adelante la que comenzó a enfermar y desestructurar a la sociedad en lo cultural, laboral y productivo.  

El macrismo es la corporización siglo XXI de una endemia que reaparece de manera recurrente en nuestro país (30; 55; 76; 90 del siglo pasado). Esta vez por la excesiva ingesta de un “remedio” elaborado por “Laboratorios Neoliberales”. El medicamento supuestamente no presentaba “contraindicaciones· y se lo publicitó como si fuera un “mana bendito” que curaba e inmunizaba como una vacuna –según aparece en el prospecto- de manera definitiva contra cualquier enfermedad, incluida la llamada “Populismo” a la que se encargaron de presentarla como un cuasi “botulismo”.

Esta vez al remedio lo presentaron en cajas bancarias con el nombre de fantasía PRO-CAMBIEMOS.

Sin embargo lo vinieron inoculando de manera solapada y mediáticamente desde hacía 10 años en los sectores medios de la sociedad a través de la mafia que conduce “don Corleone Magnetto” desde su multimedios Clarín.

El remedio fue vendido como la panacea que curaba todos los males. Ahora sabemos porqué “obviaron” incluir las contraindicaciones. La realidad se está encargando de poner en evidencia que fue casualmente ese medicamento el que está llevando al país y a su pueblo desde el 11 de diciembre del 2015 a empeorar su cuadro de situación.

MACRI 1Con el correr de la gestión macrista, el pueblo argentino empezó a descubrir de golpe que de ser un paciente que había comenzado a recuperarse de la mano de una gestión “populista” lo habían transformado en un enfermo crónico diagnosticado por un ¿Ing? (Macri) y un economista (Gonzalez Fraga) entre otros “especialista”; y fueron estos los que decidieron retrotraer la situación a la de un paciente terminal que debía volver a quirófano de prepo en el 2015.

El giro 180º de la camilla que traía al paciente en plena recuperación para volverlo a una sala de operaciones fue producto de un perverso y falso diagnostico hecho al estilo Dr. Bonadio.

Captura de pantalla 2019-10-07 a la(s) 18.17.08Ya en el quirófano, la mala praxi que llevaron adelante un grupo de improvisados “cirujanos” (dos brutas de brutalidad congénita instrumentistas: Laura Alonso y Gabriela Michetti, un asistente -rabino desorientado- que nunca encontró su Israel sionista en un mapa “orgánico”, de apellido Bergman, una delirante psicópata que se carga de alcohol y armas para asegurar el éxito de la intervención quirúrgica apellidada Bullrich, un ministro de justicia que le garantizaba legalidad a la intervención de apellido Garavano y un delirante y perversito anestesista especialista en inyectar   estupideces argumentales en la sociedad, llamado Marcos Peña hicieron el resto. Todos ellos fueron presentados y ofrecidos a los familiares y a la sociedad como el “mejor equipo de los último 50 años” que incluía un Messi de las finanzas de apellido Caputo que por amor a la “bicicleta financieramente patriótica” abandonó la “Champions League” y el Tour de Francia para venir a conducir un quirófano.

Captura de pantalla 2019-10-07 a la(s) 22.39.31

Lamentablemente, el país y sus habitantes, ya “operados” y en la camilla con la que se suele sacar a los pacientes de un quirófano, comienzan a presentir los resultados, las consecuencias y las espantosas secuelas que les dejó la intervención quirúrgica. Y no se equivocaron; al llegar a la habitación se miraron al espejo, y del Brad Pitt exitoso que le habían prometido en el 2015, solo vieron un simil Frankenstein lleno parche, ataduras con alambre, huecos infectados y deudas por doquier en el 2019.